lunes, 24 de diciembre de 2007

Capitùlo II

En la carcèl se encontro con otros buenos muchachos que no lo recibieròn de la mejor forma por lo que tuvo que defender su lugar a piñas. Con la nariz rota y la ropa manchada se mantuvo de pie hasta que el comisario le dio un mejor lugar. Incomunicado, en la soledad de una habitación muda. Tuvo la oportunidad de llamar a un abogado y eso fue lo que hizo. El hombre no tardaría en llegar, mientras tanto probo la comida del lugar y se puede decir que quedo bastante conforme, tanto como para pedir una segunda porciòn. Lo miraron con cara de culo, por lo que tuvo que conformarse con lo que ya se habìa tragado. Intento dormir, pero el piso estaba demasiado duro y frìo como para poder hacerlo. La noche fue una buena excusa para cantar aunque no tenía mucho entusiasmo y se lo notaba muy preocupado. Le hubìera caìdo mejor una cerveza. Y un paseo por la rambla al lado de una rubia, pero todo no se puede en la vida, y mucho menos cuando te acusan de asesinato. Tampoco podìa darse el lujo de perder la calma porque ese tipo de cosas siempre terminan mal para el que es un pobre diablo. Casi sin darse cuenta se quedo dormido hasta que a las cuatro de la mañana los gritos del comisario lo hicìeron
saltar como una langosta. Espero unos segundos y la puerta de su celda se abriò con un sonido métalico desnudo de todo calor.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Capitùlo I

El auto saliò hacìa la carretera y anduvo a la vèlocidad aburrida de sesenta por espacio de dos horas. A los costados no se veìa nada que no fueran los pastizales altos y de vez en tanto algun que otro àrbol perdido. No habìa nadie mas en las cercanìas por lo que conducir era un placer. En la radio se escuchaba a Eagles con su Hotel California. El conductor silvaba la canciòn hasta que se le pincho una goma. Maldijo pero se bajo a cambiarla con un viejo gato de color verde. Estuvo quince minutos en esa tarea antes de volver al camino y de que una camioneta le pasarà cerca. Pero siguiò adelante hasta que se encontro con un hotel, pero de verdad. Estaciono sobre un sendero de piedras y fue a pedir por una habitaciòn. Subiò al segundo piso, mientras sus botas de cuero levantaban el polvo de años. Se tiro en la cama y se quedo dormido, frito como un pollo. Pasaròn tres horas hasta que unos golpes lo despertaron. Era el comisario con su ayudante, habìan encontrado un cadavèr en el baùl de su auto y era el principal sospechoso. Intento defenderse pero fue en vano, asì que no tuvo mas remedio que agachar la cabeza y dejar que lo esposaràn. Bajo acompañado del oficial de la ley sin decir una palabra. Lo sentaròn en la parte trasera y luego aceleraròn. Lo llevaban a la carcèl por haberse dormido en la habitaciòn de un hotel.

sábado, 24 de noviembre de 2007

El sueño de ser feliz

Hubo una vez
un amor
y un hombre que lo perdiò
entonces fue a un hotel a buscarlo
pero se dio cuenta
que ya no estaba
que lo ùnico que habìa
era un hotel abandonado
con las ventanas rotas
y donde el viento soplaba
en cada tarde de otoño
su canciòn de adios
nada mas que para torturarlo
volverlo mas melàncolico y triste
de lo que nunca podrà imaginar
pero el hombre no se puso a llorar
se quedo a dormir por lo que dure su soledad