sábado, 22 de diciembre de 2007
Capitùlo I
El auto saliò hacìa la carretera y anduvo a la vèlocidad aburrida de sesenta por espacio de dos horas. A los costados no se veìa nada que no fueran los pastizales altos y de vez en tanto algun que otro àrbol perdido. No habìa nadie mas en las cercanìas por lo que conducir era un placer. En la radio se escuchaba a Eagles con su Hotel California. El conductor silvaba la canciòn hasta que se le pincho una goma. Maldijo pero se bajo a cambiarla con un viejo gato de color verde. Estuvo quince minutos en esa tarea antes de volver al camino y de que una camioneta le pasarà cerca. Pero siguiò adelante hasta que se encontro con un hotel, pero de verdad. Estaciono sobre un sendero de piedras y fue a pedir por una habitaciòn. Subiò al segundo piso, mientras sus botas de cuero levantaban el polvo de años. Se tiro en la cama y se quedo dormido, frito como un pollo. Pasaròn tres horas hasta que unos golpes lo despertaron. Era el comisario con su ayudante, habìan encontrado un cadavèr en el baùl de su auto y era el principal sospechoso. Intento defenderse pero fue en vano, asì que no tuvo mas remedio que agachar la cabeza y dejar que lo esposaràn. Bajo acompañado del oficial de la ley sin decir una palabra. Lo sentaròn en la parte trasera y luego aceleraròn. Lo llevaban a la carcèl por haberse dormido en la habitaciòn de un hotel.
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